Tras sufrir en marzo su peor caída de la historia, los precios del petróleo volvieron a bajar este miércoles, a poca distancia de su nivel más bajo en 18 años, después de conocerse que los inventarios de crudo en Estados Unidos subieron la semana pasada a máximos desde 2016 y que la demanda por gasolina sufrió su mayor descenso semanal por la pandemia del coronavirus.
El Brent para junio perdió u$s1,61, o un 6,1%, a u$s24,74. El referencia global cayó a u$s21,65 el lunes, su nivel más bajo desde 2002.
En sintonía, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cayó 17 centavos a u$s20,31 por barril, cerca del mínimo de u$s19,90. Los inventarios de crudo subieron en 13,8 millones de barriles la semana pasada, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos. Fue el mayor aumento semanal desde 2016 y analistas esperan datos similares en las próximas semanas. El mercado se desplomó de la mano de la fuerte caída de la demanda por la pandemia de coronavirus y por el aumento de la producción en Arabia Saudita y Rusia tras el término el mes pasado de un pacto destinado a limitar los suministros. "El mercado está sobreabastecido en abril a la friolera de 25 millones de barriles por día", afirmó Bjornar Tonhaugen de Rystad Energy. "No hay modo de cubrirse de ese tsunami de excedente". Ante este exceso de oferta, los países de la OPEP no lograron ponerse de acuerdo para celebrar una reunión técnica en abril con el objetivo de discutir el desplome del mercado. El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió el miércoles a productores y consumidores mundiales de petróleo que encaren un mercado "desafiante", mientras que su par estadounidense, Donald Trump, reconoció los problemas que enfrenta la industria por un crudo más barato "que el agua". En el primer trimestre de 2020, el petróleo perdió dos tercios de su valor y, solamente en marzo, se desplomó un 55%, la caída mensual más importante de la historia.